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Historia[]
Pasado[]
Akane perdió a sus padres a tan temprana edad que no tiene apenas recuerdos de ellos, por lo que fue internada en el Orfanato de Hanebatan durante los primeros años de su vida. Poco después, cuando Akane apenas tenía 6 años, fue adoptada por una mujer llamada Misaki Nakamura, quién se haría cargo de ella durante el resto de su vida. Akane al principio se mostraba distante ante la mujer ya que debido a haber estado sola desde tan pequeña había desarrollado problemas para confiar en otras personas. Sin embargo, poco a poco Misaki se ganaría el afecto de Akane, demostrándole todo el cariño que hasta entonces no había recibido. Eventualmente, Akane adoptaría el apellido Nakamura de Misaki como propio, demostrando lo mucho que había evolucionado su relación.
Sin embargo, la vida de Misaki estaba llegando a su fin, pues a pesar de haber tomado el Elixir de la Inmortalidad, el efecto de este ya no era tanto como antaño, lo que hacía que los efectos de la edad cayeran sobre ella. Para evitar dejar a Akane sola de nuevo cuando tan solo era una adolescente, Misaki planeó pedir una solicitud para enviarla a un internado, lo cual Akane no tardó en descubrir. Afectada y pensando que Misaki quería deshacerse de ella por ser una carga, Akane le dedicó unas duras palabras a la mujer y simplemente huyó de la casa, dirigiéndose al templo que pertenecía a Misaki y el cual la mujer llevaba años sin pisar.
Poco después a Akane le llegó la noticia de que Misaki, quién había cuidado tanto de ella había perecido en un incendio provocado en su hogar, y del cual no había detalles además del hecho de que este no había sido un accidente. La joven se sintió terriblemente culpable de la muerte de la mujer, pues le había dedicado unas últimas palabras que no merecía tan solo por el enojo del momento, además si hubiera estado allí para ayudarla, quizá nada hubiera ocurrido. A partir de ese momento, Akane, ya completamente sola, decidió encargarse del templo de Misaki, convirtiéndose en sacerdotisa del lugar, lo que, además le ayudó a subsistir durante los años venideros gracias a los fieles que visitaban el renovado templo.
La formación de Sensō Keikaku[]
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Arco de la Rebelión[]
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